martes, 26 de marzo de 2013

Estamos manteniendo esto a duras penas y apenas va a durar.

Tenía el pelo negro y la mirada vacía. Lloraba de noche y creía que,  si lo ignoraba, el recuerdo no la quemaría por dentro. Que fácil es engañarse cuando no se quiere sentir dolor.
Las paredes de esta habitación ya no quieren librar más batallas y mi almohada acabó tan mojada que acabé por tirarla.  Siempre fui mejor que ellas, pero para ti, eso nunca fue suficiente. 
El descubrir que alguien te importa alejándote, está bien; pero has de pensar que nadie va a esperar eternamente.
Mis textos nunca  llevan tu nombre, y no sé si es por  miedo o por mantener la magia de que esto siga siendo nuestro. Sonrío al leer ese "nuestro" porque nunca compartimos nada. Quizás  un poco de cariño para salvar las madrugadas y demasiado odio ahora que nos hemos alejado, pero nada más.
Yo solo sé querer de forma salvaje. Como quieren las locas a las que nadie entiende, como quieren las locas a las que nadie comprende.
Ellos, me oyen pero no me escuchan. Me explico pero no me entienden. Me dan su corazón...Pero no lo quiero.

Solo una cosa hace un sueño imposible: El miedo a fracasar.

Tú siempre quisiste hacerlo más fácil.
Yo siempre quise hacerlo menos difícil.
Entre los dos lo hicimos imposible.

Has visto como quieren besar el suelo que piso y cómo te pedía que me llevases en brazos porque no quería regalarles ni eso. Has visto como vertía sentimientos en letras y como disminuía mi amor propio a medida que el nuestro iba creciendo. Has visto como sin ser nada, fuimos todo lo que los demás nunca llegarán a ser. Has visto como el miedo puede destruirlo todo y aún así, no ha sido suficiente.

De todas las cosas que tenías que perder, decidiste quedarte con el miedo.

La gente se ahoga en un vaso de agua, por eso bebo Vodka.
Que si el cielo llora, porqué no iba a hacerlo yo.
 Que engañé a mi orgullo para liarme con tus tonterías, y ahora mi corazón no quiere dejar de verte, aunque mi cabeza se haya cansado de aguantarte. Por lo menos he aprendido, que el alcohol no es sinónimo de olvido, y que es más duro levantarse con resaca pero sin ti.

lunes, 18 de marzo de 2013

Nunca quise ser una princesa.

Porque las princesas no salen del castillo mientras que los piratas ven mundo siempre; las princesas llevan zapatos de tacón, los piratas mojan sus pies descalzos; las princesas no ven las estrellas porque se resfrían con el relente, los piratas duermen con ellas cada noche; la piel de las princesas es blanca y suave, los piratas doran su piel al sol; los labios de una princesa saben a caramelo y los de un pirata saben a mar, las princesas huelen a tranquilidad mientras que un pirata huele a locura.
A las princesas se les prohíbe llorar (estropearían su carita de muñeca), una pirata no tiene vergüenza a llorar; las princesas tienen miedo al qué dirán, un pirata se come el ridículo.
El corazón de una princesa es de cristal y se rompe con facilidad, el de un pirata es de madera, y aunque también se rompe, es más fácil de reparar.
Las princesas tienen muchas posesiones, eso las hace menos libres, en cambio un pirata vive al máximo cada día como si fuera el último