miércoles, 20 de abril de 2016

Tú ganas, y siempre hay ganas.

Se pone el sol, se quita el vestido y se maquilla.
Solo se mira en el espejo para dedicarse tiempo muerto.
Los fuertes golpes no quieren decir nada, nadie le ha enseñado a separarse de lo que le entristece y se marchita con el paso del tiempo. Y corre.
Que la destrocen las ganas! Que la hagan pedazos!
Fuma un cigarro intentando sostener que nadie la sostiene.
Lo efímero se vuelve eterno esperándote.
Si su yo del pasado la conociera diría que está loca.
Quizás sea esa conducta masoquista y suicida en su lado sentimental la que le hace ser caótica y catastrófica.
Como todas las paredes tiene grietas.
¿Más limonada?