miércoles, 6 de agosto de 2014

Para que callar lo que sentimos, si en esta vida nacimos gritando.

Otro año más, otra vez esta glamurosa fecha que en verdad nunca he apreciado, puede que por mis malos recuerdos en todos mis cumpleaños, puede que porque en cada uno he visto cómo perdía una parte de mí. Casi dieciocho años luchando en una vida, que como todas tienes sus más y sus menos y que por fin he aprendido a llevar.
Sigo dejando la ventana abierta para Peter Pan, pero ya no sonrío sin importar el motivo como solía hacerlo, sigo siendo la niña desaliñada a la que le encantan las locuras pero cada vez tengo menos tiempo. Tiempo. Cada vez tengo más borradores que jamás serán publicados, cada vez tengo más ganas de escribir para gritar sin ser escuchada, pero cada vez tengo menos ganas de crecer, es una causa más contra la que luchar en la vida. O simplemente resignarse.