domingo, 21 de octubre de 2012

Were are the victims of ourselves.

"Madura", la única palabra que si pronuncias me obligará a reírme en tu cara y a escupir tu falsa simpatía, palabra de la cual desconoces totalmente su significado y, créeme, si la madurez es sinónimo de experiencia tengo más de la que desearía cualquiera, y que si no soy lo suficiente madura para ti tu no eres lo suficientemente valioso para mí. Que últimamente dejo salir a mi vena inconformista y rebelde, pero solo porque para mí el tiempo es demasiado valioso como para desperdiciarlo sufriendo por cosas sin sentido, porque aprendí a cuidar de lo mio y sobre todo a hacerme respetar, a no esperar nada de nadie antes que esperar de por vida, aprendí a valorar las cosas pequeñas y a despreocuparme del mundo como un día el lo hizo de mi. A coger la puerta y no saber que me deparará el mundo pero andar sin miedo, pero sobre todo aprendí a ser la princesa que no necesita un príncipe a su lado y no necesita llevar una corona en la cabeza para recordarse cada día lo que es. Y que muchas veces me odio por ser como soy pero he aprendido a convivir conmigo misma, no te obligo a que tu también lo hagas, pero te pido que lo intentes.